Los Pequeños Productores de Kerala frente al COVID-19
por Phyllis (Felicia) Robinson, 3 de abril de 2020 | Traducido del inglés por SPP Global
Publicación original: https://fairworldproject.org/small-scale-farmers-in-kerala-respond-to-covid-19/
A medida que la pandemia COVID-19 se propaga por todo el mundo, nos hemos puesto en contacto con grupos de agricultores y artesanos de comercio justo para saber cómo están reaccionando sus comunidades. Lo que sigue es un extracto de las conversaciones entre Tomy Mathew de Elements & Fair Trade Alliance Kerala (FTAK), India, y Phyllis Robinson, defensora del movimiento de comercio justo desde hace mucho tiempo.
Esta conversación tuvo lugar el 3 de abril de 2020, apenas una semana después de que el primer ministro indio Narendra Modi ordenara el cierre de todo el país durante 21 días. El 14 de abril el bloqueo fue extendido por otros 21 días.
¿Cómo el Coronavirus está impactando en Kerala?
Tal como van las cosas, nos está yendo bien. Lo más importante es que todos los productores están a salvo. Kerala es uno de los focos rojos de la India, pero eso es porque hemos hecho la mayor cantidad de pruebas. Los primeros casos en la India sucedieron aquí.
La primera persona en Kerala infectada con el Coronavirus vino de China; pudieron rastrearla, aislarla y tratarla rápidamente, y se recuperó. En febrero, tuvimos la segunda propagación, con gente que venía de Italia. Ya se ha puesto en marcha un rastreo exhaustivo, pero todavía tiene sus limitaciones. Las cifras son altas, pero al menos, debido al rastreo, no hay contagios masivos. Ahora tenemos 200 infectados y dos muertos. Pero todavía los mantenemos bajo control.
Además, hace unos años tuvimos que lidiar con el virus Nipah, así que ya habíamos desarrollado un conjunto de protocolos para manejar este tipo de situaciones. Esto nos ha ayudado enormemente.
Kerala fue el primer estado en declarar el aislamiento. Lo hicimos dos días antes que el resto del país. Lo notificamos con antelación y las cosas estaban en orden. El gobierno central anunció el cierre de todo con tan sólo 4 horas de antelación: ¡A las 8:00 pm dijeron que sería efectivo a medianoche! Era la primera vez que teníamos un cierre total y por eso hubo esas escenas horribles de gente caminando cientos de kilómetros, algunos miles de kilómetros, tratando de llegar a sus casas. Eso no ocurrió en Kerala. Todo fue mucho más ordenado. Sí hay contagios dentro de la comunidad y es una gran preocupación, pero probablemente todavía seguimos haciendo lo mejor en el país para cumplir con el aislamiento.
Esperamos que estas medidas funcionen.
Los pequeños productores han sido duramente afectados por el aislamiento
En punto a la agricultura hemos tenido un poco de mala suerte. Los productores se están quedando a su suerte, como siempre ocurre en situaciones así. La leche es una de las mayores fuentes de ingresos para ellos. Pero la posibilidad de que la vendan se ha terminado por completo. Restaurantes, hoteles y tiendas siguen cerrados, así que el consumo de leche se ha detenido, y ahora tenemos un exceso de producción. Una gran cooperativa en Kerala centralizaba las compras, pero ahora también se ha detenido. Este es un gran problema.
La cosecha de anacardos está teniendo un gran revés y esperamos que cuando se levante el distanciamiento social, podamos recuperarnos. No se nos permite cosechar los anacardos debido al cierre. Los precios se han desplomado. Los anacardos no se consideran esenciales, así que su demanda es mucho menor. El gobierno anunció que empezaría a comprar anacardos, y estábamos animando a los productores a que trataran de vendérselo, pero eso todavía no empieza.
Afortunadamente, los anacardos pueden durar; no son perecederos. Si los agricultores los secan y almacenan, pueden estar totalmente seguros. Así que esperamos no perder mucha cosecha, aunque habrá una tremenda presión para comprarlos más tarde.
Tomy Mathew (izquierda) en el campo, Invierno 2018
Comunidades alimentando Comunidades
Al estado sureño de Kerala, donde vivo, le va mejor que a otras partes de la India en muchos aspectos. Kerala es uno de los estados con el mejor sistema público de distribución y racionamiento de alimentos. La seguridad alimentaria de Kerala es mucho, mucho mejor que la del resto del país, por lo que no deberíamos quejarnos. Las historias del resto de la India han sido muy, muy aterradoras.
En Kerala, hemos establecido cocinas comunitarias – se han abierto 1.500 en todo el estado, lo que significa al menos una cocina comunitaria por pueblo. En las ciudades, hay muchas más. Los alimentos se cocinan y luego se entregan en los lugares de los trabajadores migrantes para que todos tengan comida. Hubo problemas, por supuesto: Kerala cocinaba sus propios alimentos y los trabajadores migrantes están acostumbrados a la comida del norte de la India. Pero incluso de eso ya nos hacemos cargo.
Alrededor de 1,7 millones de familias recibieron sus primeras raciones gratis el 2 de abril. Los agricultores han estado cuidando de los trabajadores en sus comunidades y pueblos. Afortunadamente, en las aldeas, los lugares donde se alojan no están tan llenos como en las ciudades. No hay tantos trabajadores migrantes como en las ciudades, pero hay algunos en las industrias no organizadas, en las granjas, y en las tiendas y restaurantes. Se desempeñaban como camareros, cocineros y oficinistas. Ahora, ninguno tiene trabajo. Y no pueden regresar a casa. Así que el enfoque en Kerala es cuidar de esas personas.
La clase obrera se queda sin ingresos. Los segmentos asalariados; los trabajadores de cuello blanco recibirán, por supuesto, sus salarios y los organizados en las fábricas recibirán su paga para el próximo mes; pero si eres asalariado por día, no tienes recurso y tendrás que pasar 21 días sin ningún tipo de trabajo [un tiempo que ahora se ha extendido].
Sólo espero que todo se mantenga cohesionado como hasta ahora: si esto se mantiene durante el resto del aislamiento, sería genial.
Personas que se apoyan entre sí
En el lado positivo, estoy muy contento de ver que el voluntariado está teniendo un gran regreso. Hay tambos llenos de agua, desinfectantes y jabones a la orilla del camino para que la gente pueda lavarse. La gente está poniendo cocinas comunitarias y entregando comida. Hay una mezcla de gobierno y sociedad civil que se unen.
Por supuesto que se están cometiendo muchos errores, pero por la magnitud de la crisis, creo que la cantidad de espíritu civil es algo que es muy, muy alentador de ver.
Nos damos cuenta de que, en tiempos normales, no llamamos a los agricultores todos los días. Ahora, tenemos que estar en contacto; sentimos la necesidad de estar en contacto. Tenemos que averiguar lo que está pasando en cada pueblo. Si no pueden vender las castañas de cajú, ¿cómo van a cubrir sus gastos; podemos hacer algo? Muy a menudo, no hay mucho que podamos hacer, pero el hecho de que llamemos para asegurarnos de que hay comida en la mesa; eso ayuda mucho. Estas son el tipo de cosas que me dan una gran cantidad de optimismo.
Miembros de la Alianza de Comercio Justo de Kerala cuidando los cultivos, Invierno 2018.
La solidaridad es esencial para la supervivencia
Hay mucha ansiedad sobre lo que sucederá una vez que este período de encierro termine. ¿Y si los mercados no abren? ¿Y si no podemos exportar nuestro café, anacardos y cocos? ¿Entonces qué pasará? ¿Qué pasa en los países consumidores y en los mercados de comercio justo en Europa y en los EE. UU.? ¿Si las cosas no se abren allí, entonces tal vez no podrán comprar nuestros productos? ¿Qué haríamos entonces?
Pero estamos encontrando consuelo en el hecho de que estas preocupaciones son compartidas a través de las fronteras. Por ejemplo, cuando los números iniciales salieron de Italia, enviamos una carta a nuestros socios de Altromercato para ver cómo les iba. Tienen una red de 300-400 tiendas de comercio justo en toda Italia y queríamos saber cómo les está yendo, más allá de si van a comprar nuestros productos. Queremos saber cómo se las arreglan y cómo sobreviven en este momento.
Es muy importante para mí que no sólo les digamos cómo nos va, sino que llevemos información a los agricultores sobre cómo les va a todos ustedes. Queremos saber cómo están nuestros socios del otro lado del mundo. Esa información también es muy importante para los agricultores.
Por favor, díganles a todos que aquí estamos todos a salvo. Nuestros requerimientos de supervivencia inmediata están siendo atendidos. Nadie necesita preocuparse por nosotros, en ese sentido. Una vez que la crisis inmediata se resuelva, tendremos que ver cómo el sector agrícola se va a reconstruir. Es particularmente difícil porque ya hemos tenido dos años difíciles. En 2018, tuvimos una gran inundación; en 2019, una grave pérdida de cultivos y una mini-inundación. Pensamos que este año volveríamos a una cierta normalidad. Pero, de nuevo, en comparación con la mayoría de los demás en el país, no podemos decir que estamos en la peor posición posible.
Por lo tanto, es importante comunicar que todos estamos bien. Por todos los medios, por favor, pídanles a todos que se cuiden, que mantengan a sus familias a salvo; y una vez que esto haya pasado, sentémonos y averigüemos cómo recuperar algún tipo de normalidad.