Actualizar los precios mínimos sustentables para el café de SPP Global permite mejorar la calidad de vida de los productores de esta red que trabajan para abastecer de café al mundo. Además, éstos transforman positivamente su entorno económico y social y cuidan del medio ambiente. Los precios mínimos de SPP para el café no habían aumentado desde el 2011, por lo que su actualización de $2.20 a los $2.52 dólares americanos por libra de café arábica lavado es un paso significativo hacia la sustentabilidad y la prosperidad de miles de familias campesinas.
SPP Global es una red intercontinental de organizaciones de pequeños productores agrícolas, dueña de su propio sello, que, a través de un esquema de certificación independiente, avala que las organizaciones son de pequeños productores orgánicos, ecológicos y comprometidos con la prosperidad de sus comunidades.
SPP Global surgió para amplificar las voces de los pequeños productores organizados dentro del comercio justo, reconociendo su protagonismo en la lucha por la mejora de sus condiciones de vida. Es por eso que desde el 2010 la red cuenta con sus propias normas y procedimientos y con una lista de “Precios Sustentables Mínimos del SPP”, que son precios regidos por el principio de justicia económica y basados en lo que a los campesinos les cuesta producir de forma orgánica y ecológica. Son de fundamental importancia para las familias campesinas ya que les brindan una garantía para su subsistencia ante la incertidumbre a la que de otra forma se enfrentarían en el mercado.
En el sistema comercial actual todos los cultivos están sujetos a la volatilidad de los precios internacionales por factores climáticos o políticos. Aunado a esto, el precio internacional del café –al igual que el de otros productos agrícolas denominados “commodities”, como maíz, trigo, soya, azúcar, etc. – fluctúa por su cotización mediante “mercados de futuros” en la Bolsa de Valores de Nueva York.
El precio internacional del café, en lugar de reflejar los costos de producción, se define con base en los cambios de oferta y demanda. La oferta mundial de café
varía porque el clima y otros fenómenos naturales impactan de forma importante los volúmenes globales de producción. Es decir, no se sabe con exactitud cuánto café disponible habrá cada ciclo. Igualmente, la oferta varía por decisiones políticas que promueven o detienen la producción de café en ciertos países. Esta incertidumbre
da espacio a la especulación con los precios de la que se pueden beneficiar los intermediarios que tienen la capacidad de acumular o liberar grandes volúmenes de café –generando escasez o sobreoferta ficticias– para comprar cuando está barato y vender cuando está caro.
Esto se traduce en que los productores dentro del mercado tradicional sean quienes, por medio de su trabajo, terminan absorbiendo los costos cuando el precio cae y no se benefician realmente cuando los precios suben porque las ganancias se quedan en manos de los grandes intermediarios que tienen la capacidad de alterar los mecanismos de oferta y demanda.
Esta condición desfavorable a la que se enfrentan la mayoría de los productores de café es distinta para los productores que están dentro de redes de comercio justo. En particular, los productores que son parte de SPP Global, actualmente se benefician de una actualización en el precio mínimo sustentable para el café, que reconoce los costos reales de producción en constante aumento –tanto por la inflación, como por las crisis energéticas y de logística– así como las afectaciones a su ingreso, consecuencia de las devaluaciones del dólar en sus monedas nacionales.
Desde el 2019, por iniciativa del Comité de Normas y Procedimientos (CNP) de la organización –compuesto por representantes de las organizaciones de productores y de compradores– SPP Global decidió que era necesario revisar los costos de producción por productor y por organización, así como los costos de vida reales para los productores, para evaluar si era necesario un ajuste del precio. Durante tres años se realizó un estudio a profundidad que consideró las condiciones de vida y de producción de las familias de pequeños productores de café en distintos países y se llegó a la conclusión de que el incremento en el precio mínimo sustentable era un imperativo para ser congruentes con los principios y valores, tales como la vida digna, los precios sustentables y la economía local que, entre otros, que guían a la organización.
El nuevo precio mínimo sustentable para café orgánico es de $2.52 USD por cada libra de café verde, una cantidad que busca acercarse a garantizar los costos de la producción sustentable de café y que marca su distancia con otras alternativas de comercio justo que, aunque también se incrementaron, están lejos de lo que les cuesta a las familias productoras cultivar y cosechar el café, así como mantener y renovar sus cafetales.
Si bien el aumento del precio sustentable mínimo es muy positivo, es importante tener en cuenta que las organizaciones de pequeños productores y sus compradores aliados compiten en condiciones desiguales con los grandes comerciantes, intermediarios, acaparadores y distribuidores quienes se benefician de los cambios constantes en los precios internacionales: las grandes empresas e intermediarios tienen la capacidad financiera para realizar “compras agresivas” a nivel del campo para sustraer café de las organizaciones cuando la demanda es alta.
Esto dificulta a las cooperativas el acopio del café, el financiamiento de los procesos productivos involucrados en su transformación y la realización de sus ventas. En el otro extremo de la cadena, al nivel de los puntos de venta, el café certificado como orgánico, de comercio justo y de pequeños productores tiene que competir con los monopolios y las grandes marcas del café o supermercados que pueden reducir sus precios y, mediante estrategias compensatorias, mantener sus márgenes de ganancia.
Es fundamental que los consumidores finales entiendan la diferencia del café certificado como SPP Global y los enormes beneficios que aporta tanto para productores como consumidores. Primero, el sabor y la calidad del café: las familias productoras están agrupadas en organizaciones que cuentan con una amplia estructura de capacitación para la producción de café orgánico y de alta calidad. Esto da como resultado excelente calidad en taza y certeza de que no se utilizaron químicos tóxicos en su producción. La prueba está en que muchos de estos cafés han ganado primeros lugares concursos internacionales como el de la “Taza de la Excelencia”.
Segundo, el sello SPP también es una garantía de que son los propios productores quienes se benefician de los precios, promoviendo así la justicia social, el desarrollo de las familias campesinas y el cuidado del medio ambiente. Además a diferencia de la agricultura a gran escala, las familias productoras de café SPP promueven el cuidado del planeta: no degradan y deforestan los suelos, sino que contribuyen a su reparación, a la reforestación mediante la plantación de árboles de sombra y a la captura de carbono.
Esto fomenta el desarrollo de sus comunidades, la activa participación de los sectores históricamente marginados como las mujeres y las y los jóvenes y protegen el sano desarrollo de la niñez evitando la explotación infantil, pero enseñando a los más jóvenes el proceso productivo. Pero para lograr todo esto las familias de pequeños productores necesitan del apoyo de compradores y consumidores conscientes, dispuestos a pagar precios realmente justos.
Con miras en ese objetivo, SPP Global está construyendo alianzas y trabajando en distintos frentes: con los sectores gubernamentales nacionales en distintas localidades, con redes internacionales y cooperación internacional y con empresas comprometidas que los están ayudando a llegar a más consumidores interesados en impulsar un cambio positivo en el mundo a través del consumo de mejores productos. SPP sigue avanzando con la firme creencia de que la alianza entre productoras/es y consumidoras/es que se encuentran en una taza de café pueden construir un mundo mejor.
* Ximena Ramos López Tolsa es estudiante de la Maestría en Sociología Política en el Instituto Mora. Trabajó como asistente de proyectos en SPP Global. Estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México.